Se busca:
1 (una) sola explicación de por qué uso nombre y no etiqueta.
---------------------------------------
Conflicto de intereses:
Sonrisa perfecta. Sus ojos martillan los míos, me está desfiando. Pienso rápido, qué hacer? Me identifico con todas esas personas que eligen ser mudas (siempre fui media media). Cuándo nació esta prohibición interna de levantar la voz? Si no digo algo, si no hago sonar la campanilla, mis cuerdas vocales van a suicidarse colgándose de ellas mismas. Es ahora! Ahora mismo! Se impone el cambio: se impone que me imponga. No tengo por qué aceptar sus formas y estructuras, no tengo por qué ser parte de un sistema que ni siquiera me simpatiza. Me sigue mirando. Pretende respuestas. Que tenga paciencia, estoy preparando la revolución! Ellos todo el tiempo influyendo, por qué a mí no me dejan fluir, entonces? Se acabó. De acá en adelante, nunca más aceptar sus exigencias, ni las de él, ni las de nadie. Trasgredir! Más allá de todas las trasgresiones que se hayan hecho. Es ahora! Ahora!
-No!- le grité al empleadopresor y tirano -No quiero agrandar nada por 50 centavos!!!
Entonces mis convicciones suspiraron al unísono.
(Por algo se empieza)
---------------------------------------
Ni tan fácil
...y si esto es todo? Y si no hay nada pero nada de nada más allá de este vacío? Y si no existe este vacío y yo estoy inventándolo para justificar el silencio de mis ideas? Grité, corrí, miré y salté: ingenua! Creí que había algo que gritar, un lugar por donde correr, cosas que mirar, un arriba y un abajo: ingenua! Me busqué y al encontrarme me puse contenta, pero en realidad me estaba contentando con poco. Puede esta neblina de sensaciones ser cortina para la ausencia total de ellas? O estoy torturándome con estos sentimientos contradictorios con el único objeto de empezar a sentir finalmente? Acabo de decir lo mismo con otras palabras? Acabo de decir algo? Necesito tranquilizarme.. voy a... lo necesito porque...
---------------------------------------
Hace un año:
Saliendo de la neurosis del subte, me topé con un homenaje a un desconocido. Uno de los guardias se acercó, hizo un gesto solemne y me contó esta historia:
"El bandeonista de la estación Palermo anduvo por estos andenes casi 10 años con sus tanguitos y milongas. El fulano se hacía querer, che. Resulta que a principios de diciembre lo vimos sentado sin su bandoneón, mirando vaya uno a saber qué cosa. Le habían robado, podés creer? Siguió viniendo por acá, miraba a los que iban y venían. La gente empezó a dejarle plata para comprar un bandoneón nuevo pero no va que el tipo a los pocos días palma: se murió en navidad. Qué se yo, dicen que lo mató la tristeza. Viste cómo son estas cosas..."
Dejó de hablar de golpe y yo no pude contener esa risa que nace en el dedo chiquito del pie. Me empecé a reir de la ridiculez de la historia de vida de ese personaje inventado por el aburrimiento de algún viajante. Entonces pensé medio segundo en mi propia historia de vida. Y vacilé. Pero no encontré ni un solo motivo para dejar de reirme.
(Hoy hace exactamente un año que empecé a preguntarme si hay quien lo entiende)
---------------------------------------
Excavación anímica:
Es cuando uno está allá abajo, en el subsótano del ánimo, cuando escucha pero qué te pasa, hablá conmigo, vení, bueno, querés un mate, bueno, dulce, sí, siempre derribándome la moral gaucha vos, y bueno che, no pasa nada, traje unas facturas, no tengo hambre, pero te las traje especialmente, bueno gracias, no hay problema, literalmente lo dudo, ey pará, te digo que no pasa nada, no estés así de triste, bueno, ya estoy mejor, no, a mí no me engañás, a mí tampoco, nos conocemos, sí, está bien, cambiá esa cara, trato, tratá más, tenés un poco de razón, así no gano nada, y sí, date cuenta, querés que te explique todo sobre la felicidad, es así, uno tiene que empezar por mirar alrededor y tomar conciencia de que no está hablando con nadie. Y prender la tv o acariciar a su mascota (que más de una vez, es uno mismo).
---------------------------------------
|